Empoderar al ciudadano, hacerle partícipe de las decisiones… Términos como estos cada vez los escucho más, pero no en boca de partidos políticos sino en los médicos y demás profesionales de la salud. Existe una opinión generalizada en el mundo de la medicina de que hacer partícipe al paciente e incrementar su formación repercute en una mejora del sistema de salud. ¿Por qué este pensamiento común en la sanidad no se da entre los partidos políticos?

Es año de elecciones y cada uno de los partidos jugará sus bazas en el entramado político. Algunos de ellos apostarán por una mayor transparencia, otros por dejar participar más a la ciudadanía o incluso habrá medidas concretas, como la anunciada hoy por diversos medios de comunicación: el gobierno de Rajoy bajará el iva cultural del 21 al 10%, medida positiva pero sin olvidar que cuando el Partido Popular llegó al poder el iva cultural estaba al 8%. Con esto, lo que quiero decir es que los partidos sólo se comprometen a realizar cambios en sus organizaciones o en la política del país cuando se acercan los periodos electorales. Es decir, elaboran estrategias para conseguir que más gente les vote a ellos. Y si no, vean la serie “House of cards”, que a veces cuando la estoy viendo pienso que la realidad supera a la ficción.

Cuando pasen las elecciones, los ganadores, con el tiempo o sin él, se acomodarán en su trono y no querrán ver lo que sucede, como le pasaba a la madrastra de Blancanieves, que le pregunta al espejo quién es la más bella del lugar y éste siempre le contesta que ella. Sin embargo, al final del cuento el espejo ya no le dice que ella es la más bella y aquí es donde entra la ilusión depositada en los nuevos partidos que están surgiendo y que pretenden realizar la política de otra forma, atendiendo a las exigencias de la calle. El problema es que, como sabemos, el poder corrompe y estas nuevas organizaciones pueden acabar siendo lo mismo que los viejos partidos políticos. Por ello, desde la Asociación por la Calidad y Cultura Democráticas creemos de urgente necesidad aplicar un método de mejora continua en su organización porque sino la democracia será solo un espejismo.

Ester Crespo
Periodista e investigadora de la Asociación por la Calidad y Cultura Democráticas
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