-¿Qué le duele? -¡La realidad, doctor!

En un momento como el actual de degeneración cultural y de renacimiento político, la batalla por la confianza la ganará aquella o aquellas formaciones que curen las heridas abiertas en una sociedad, que ha roto las relaciones entre representantes y representados. A través de un fuerte componente de compromiso y de una responsabilidad aún inéditas, el cambio, el perfeccionamiento democrático le reconoceremos de manera paulatina según palpemos nuevos estilos de gobernanza (y de gobernarnos), para que esas anheladas mejoras en la articulación y engranaje de las relaciones de convivencia toquen suelo. El objetivo será modificar, día a día, el ambiente para que todas nos sintamos, poco a poco, cómodas y capaces de construir en un espacio público en el que generemos nuevas posibilidades de futuro.

Nuestra experiencia con diversos partidos y organizaciones políticas, (de toda índole) a la hora de recomendar un Sistema de Indicadores de Calidad (SIC) como método que ayude a la regeneración de la esos lazos, nos invita a pensar sobre el alcance y las posibilidades reales sobre el terreno y a cerca de un escenario en el que este tipo de herramientas o afines se adhieran a la forma de hacer en política. Desde la ACCD llevamos casi un año de encuentros y , a través de este espacio nos gustaría compartir la experiencia recogida y el proceso de aprendizaje práctico en el que estamos inmersas: los detalles, las sensaciones, los saberes que vamos acumulando , y algunos datos empíricos sobre la forma de ser los partidos, que nos vaya ayudando a conjugar teoría con la práctica. Por empezar en positivo, en todas las ocasiones reconocemos tres reacciones positivas que nos hacen perseverar y continuar nuestro desempeño en conseguir que los partidos tomen la iniciativa que recomendamos, e ir acotando las motivaciones tiene un partido para ver ese reto.

1- Interés

Es una propuesta «muy bonita», nos comentaba uno de nuestros primeros interlocutores.  Los encuentros realizados hasta ahora indican que hay interés por iniciar procesos de mejora en el seno de los partidos.  Se reconoce como una necesidad extendida y generalizada que introducir nuevas formas de actuar y de organizarse son fundamentales para arrancar una verdadera regeneración la actividad política, para recuperar confianza. “No tenemos muchos recursos y mi equipo no es ambicioso en el sentido de conseguir poder y es por eso que ahí encuentro nuestra potencialidad para poder ganar”, nos comentaban algunos cargos partidarios de larga trayectoria. «SIC es imprescindible» nos aseguran otros, «imprescindible» tanto para partidos tradicionales, como para partidos y organizaciones tradicionales en ascenso, ya que  “si creo que cambiando la organización y sus prácticas  se cambia la cultura de la organización”, nos reconocen.

2- Contexto Óptimo

En este sentido vemos un consenso general entre nuestros interlocutores en relación con el contexto actual. Los dos grandes periodos electorales que se avecinan en 20151dibujan una ocasión excepcional que anima a su aplicación. A nivel interno, no obstante, puede que no sea percibida así por la élite o el aparato de partido, pues produce cierto temor a la pérdida de poder, (pero sí lo asumen las militancias críticas).Sin embargo a veces notamos que no se diferencia bien lo importante de lo urgente. «La organización para otra vida, no hay tiempo», se resignan así algunos a sabiendas de su importancia para poder analizar situaciones complejas, establecer metas y objetivos críticos a alcanzar, definir tareas a realizar, asignar responsabilidades y, en consecuencia, establecer planes de acción, comunicación, seguimiento y control, y, en definitiva, dedicar esfuerzos a mejorar la eficacia y la eficiencia de las organizaciones políticas.

3- Publicidad que puede traducirse en votos

SIC se percibe como una forma dará visibilidad y publicidad al partido, lo cual se reconoce como un gran beneficio y como palanca que favorecerá su protagonismo en positivo. «Es fundamental demostrar que cambiamos para conseguir votos»,nos comentan. Se entiende así como un incentivo para recuperar la confianza y legitimidad pública y en consecuencia, para abrir la posibilidad de recabar más apoyo social, un mayor número de votos. «Más allá de ideología, la ciudadanía valorará buenos haceres», así diagnostican desde dentro de algunas formaciones a pesar de que no toman iniciativas de cambio más allá de la publicidad que conlleva la llamada a la participación, o la publicidad que otorga la transparencia. Sin embargo si transparencia y participación no se conjugan con organización (que no organigrama), esos dos conceptos se convierten en los nuevos mantras de estos momentos.

doctor2Y es que, a pesar de este horizonte prometedor, las barreras de entrada de SIC en formaciones políticas no son asunto baladí. Quedan muchos obstáculos que sortear y flanquear  no sin dificultades y, seguramente,  otras nuevos que irán apareciendo y tendrán que ser desbordados con la fuerza de los argumentos y la propia experiencia. Reconocemos hasta ahora 5 que acotamos bajo estos títulos: «zona de confort» «somos diferentes» «fervor endogámico»,  «debates dominantes» y última por ahora, y no menos importante, «pensar por cuenta ajena» . Hablaremos de ellas, sin duda.

Sofía de Roa

Periodista e investigadora en la Asociación Calidad y Cultura Democráticas

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Foto: Miguel Ángel Guédez

Viñeta: sinotegusta:vafanculo

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En Mayo, 2015, se celebran elecciones autonómicas y municipales en España y en Noviembre de este mismo año se convocan elecciones generales.

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