Los ciudadanos y las instituciones políticas convivimos en un territorio del que, por no tener, no teníamos ni mapa. Hasta ayer, jueves 27 de junio de 2013, día en que se hizo público el primer atlas[1]. Un atlas que, entre otras cosas, contiene la relación detallada de las principales organizaciones del mundo que actúan como intermediarias entre las personas y la política. Aquí resumimos la estructura del novedoso mapa, recordamos la brújula que la Asociación por la Calidad y Cultura Democráticas viene manejando para moverse por este territorio, y anunciamos la próxima etapa que queremos recorrer, etapa que nos ha servido para dar título a esta nueva entrada: Nos proponemos fomentar la confianza de los ciudadanos en los partidos políticos.
El mapa
Cuando los cauces entre ciudadanos y política están rotos, o no funcionan, o se animan únicamente cada equis años, la sociedad genera, de forma espontánea, vías alternativas de comunicación entre unos y otros. Estos cauces de circulación periférica (o de ‘subpolítica’ según algunos expertos) son ocupados por los actores que actuamos de intermediarios entre la ciudadanía y los diferentes ámbitos políticos.
El mapa elaborado por Ester Crespo contiene cerca de 900 entidades de todo el mundo, según se resume en el gráfico adjunto. Este auge constituye un fenómeno social al que, en unos u otros términos, se vienen refiriendo en nuestra sección de testimonios Joan Font (Universidad Autónoma de Barcelona), Javier G. Polavieja (Universidad Carlos III de Madrid), Daniel Innerarity (Universidad del País Vasco) y Robert M. Fishman (Universidad de Notre Dame, USA).
La brújula
La Asociación por la Calidad y Cultura Democráticas trabaja para ayudar a mejorar las relaciones entre los ciudadanos y el sistema político en que nos desenvolvemos. Y, en particular, pero no exclusivamente, entre la ciudadanía y los partidos políticos. Resumimos aquí tres de los rasgos que orientan nuestra acción:
1. No nos interesamos tanto por la transparencia informativa (que también) cuanto por promover el conocimiento ciudadano necesario para poder interpretar las diferentes prácticas políticas. Información no es conocimiento.
2. Más que fiscalizar la actuación de los partidos políticos, nos interesa el empoderamiento de los ciudadanos. Que los partidos sepan que tenemos criterio bien fundado, no sólo que conocemos sus secretos. Ciudadanos competentes, no sólo técnicas open data.
3. Orientamos la mirada de los ciudadanos al interior de los partidos, es decir, hacia su funcionamiento interno, no sólo a lo que nos ofrecen y prometen cada cuatro años, léase, sus programas electorales.
Estos tres puntos configuran la brújula con la que nos guiamos y acometemos la siguiente etapa.
La etapa
Ya lo hemos dicho: el título de esta nueva entrada es un buen resumen de lo que nos proponemos. Queremos fomentar la confianza que tienen los ciudadanos en los partidos políticos. Y nos proponemos hacerlo en beneficio de ambos, como ya saben lo seguidores de este blog. Esta etapa comenzó el pasado lunes, 24 de junio, cuando nos reunimos una decena de personas[2] de 8 a 11 de la noche. Nos dimos cita en Manolo, un establecimiento madrileño fundado en el distrito universitario de Argüelles en 1934. Allí debatimos largo y tendido sobre cómo diseñar y poner en práctica el Sistema de Indicadores de Calidad para partidos políticos.
Para ello –nos dijimos– disponemos del primer mapamundi editado hasta la fecha sobre este tipo de cuestiones. Y de ejemplos provenientes de otros campos, como el que ofrece la Fundación Lealtad. Así que, mutatis mutandis, inspirándonos en este tipo de guías, podremos aumentar la confianza de los votantes en los partidos políticos, promover el voto responsable y dotar a las formaciones políticas de herramientas que les permitan obtener mejores resultados electorales. Porque como quedó escrito en este mismo blog, “son los votantes, estúpido; no los votos” lo que ha de preocupar a los políticos que aspiren a merecer la confianza de sus representados. De momento, amable lector, toma nota de la imagen adjunta como anticipo gráfico de nuestra propuesta: Un sistema de indicadores de calidad que permita, al mismo tiempo, aumentar la confianza de los ciudadanos en los partidos políticos y, a estos, mejorar sus expectativas electorales.
Saludos cordiales,
Asociación por la Calidad y Cultura Democráticas
[1] Crespo Martín, E. (2013). Empoderamiento ciudadano en red: plataformas y herramientas de subpolítica democrática. Director: Víctor Sampedro Blanco. Universidad Rey Juan Carlos. Máster Comunicación, Cultura y Ciudadanía Digitales. Madrid. Trabajo financiado por la Asociación por la Calidad y Cultura Democráticas.
[2] Alberto Sotillos. Sociólogo. Director Social Media de MrPresident Consultig Group. Daniel Jiménez. Redactor de Noticias Positivas. Militante ecologista. David Corominas. Ph.D. Experto en estrategias de comunicación y en sociología del consumo. Ester Crespo. Periodista. Felipe Gómez-Pallete. Socio fundador de Dooit Online. Vocal de la Asociación. Felipe Gómez-Pallete Rivas. Ingeniero. Presidente de la Asociación. José Luis González Quirós. Analista político. Natalia de la Fuente. Coordinadora de operaciones de Dontknow. Verónica Juzgado. Socióloga. Víctor Sampedro. Catedrático. Director del Máster Comunicación, Cultura y Ciudadanía Digitales.
Algo que hoy suena ilusionante pero cercano a la ciencia ficción como que un ciudadano confie en un politico será Una realidad con el esfuerzo de todos y sobretodo el vuestro. Muchas gracias por ese horizonte.
Os felicito por el esfuerzo y la claridad en la exposición
Contad con todo mi apoyo. ¡Adelante!
Crear un sistema de indicadores de calidad estructurado para partidos políticos me parece una idea estupenda. Algo como esto puede ser una herramienta muy útil para tener una «visión general comparativa» de los partidos, sobre todo en un momento en el que se avecinan cambios (o eso esperamos muchos). Cuanto más objetivos sean esos indicadores, más credibilidad tendrán.
Espero realmente que esta iniciativa tenga la repercusión mediática que merece y podamos tener mejor información sobre nuestros políticos. Sería una pena que los medios de comunicación sigan centrándose en acciones ciudadanas «viscerales» que pueden llegar a crear rechazo en muchas personas.
Felipe,ya que me pides opinión te digo que la propuesta genérica me parece de gran interés,como tu ya sabes,pero pienso que el intento de objetivar la información es de gran importancia para hacerla más creíble.Pienso que se necesitan muchos proyectos exitosos de este tipo para tratar de estrechar el tremendo foso que existe entre votantes y votados(y mi sensación es que siguen aumentando).Supongo que tendréis graves problemas para financiar la obra y que solo el interés de muchos votantes puede llevarla al éxito que yo os deseo de todo corazón.Cuenta con mi pequeño apoyo para lo que quieras.Un fuerte abrazo a todos los implicados y uno muy especial para ti.
Amigo Luis, no puedo estar más de acuerdo contigo: la credibilidad y, en definitiva, la utilidad práctica de esta iniciativa se resumen en una palabra: objetividad. La objetividad de los indicadores que utilicen los partidos. Y que lo hagan para demostrase a sí mismos y a la ciudadanía que, realmente, han emprendido el camino de la mejora continua. Y sí, tenemos necesidades de financiación que intentamos superar con apoyos como el que tú nos ofreces. Gracias en nombre de todos!
¡Hola Elena! En efecto, poner en marcha el Sistema de Indicadores de Calidad (SIC) para beneficio de ciudadanos y partidos políticos no es una tarea fácil. Pero con unos pocos pasajeros como tú, estamos seguros de que es posible.